miércoles, 25 de febrero de 2015

Séptimo, octavo y noveno día!


Estas tres últimas semanas Sara y yo hemos hecho varias cosas; hemos ido al cine, hemos hecho taller de cocina y hemos ido a jugar a los bolos.
La semana que fuimos al cine vimos la película de "Bob Esponja; un héroe fuera del agua". La verdad es que fue una película que a mi personalmente no me agradó nada, pero Sara no paraba de reírse y de comentarla (como siempre, le encanta hablar). En la sala solo estábamos nosotras y una familia más, así que la sesión fue bastante tranquila. La verdad es que es que el que sea tan charlatana hace que cada día le coja más cariño a esta pequeña grandullona.
La semana siguiente fuimos a la bolera, y lo hicimos acompañadas! Fuimos con Sonia (una de las mentoras) y con Wiam (su mentorada). La verdad es que nos lo pasamos mejor de que lo que yo pensaba que nos lo íbamos a pasar. A Sara le encanta compartir sus experiencias con sus amigas, sobre todo con Wiam que es su mejor amiga. Las dos no paraban de reír todo el rato y de hacer cosas cómicas con las que Sonia y yo no podíamos evitar reírnos. Las niñas iban tan a su bola y se lo estaban pasando tan bien que yo creo que realmente no eran conscientes de que jugar a los bolos es un "tipo de competición" en la que había que hacer lo posible para ganar; a ellas les daba lo mismo tirar todos los bolos que no tirar ninguno y creo que esa es la mejor parte que me llevo de esa tarde porque ante todo lo que hicieron fue pasárselo bien.
La semana pasada, Sara se vino a mi casa porque yo le tenía preparado un taller de cocina, concretamente de repostería. Antes de decirle que era lo que íbamos a hacer la dejé que pensara y que le diera vueltas a la cabeza para que intentara adivinarlo, y para eso me acompañó a hacer la compra de los ingredientes pero ni con esas consiguió adivinar qué era lo que íbamos a hacer. Cuando llegamos a casa le enseñé las recetas que íbamos a hacer y le encantó la idea, y sin pensarlo dos veces nos pusimos manos a la obra.
Lo primero que hicimos fueron unos búhos con galletas oreo y con unos lacasitos de decoración, una receta muy fácil y muy divertida de hacer. La idea era que ella después pudiera enseñarles a sus hermanos pequeños como se hacía y pasar un buen rato en familia.
La segunda receta que intentamos hacer fue un "brazo de gitano", pero debo de decir que nuestro gozo cayó en un pozo! Nuestras expectativas eran superiores a lo que realmente éramos capaces de hacer. No obstante pasamos un muy buen rato intentando hacerlo y una risas con el resultado final que más que lo que esperábamos parecía un "sanwich" con una pinta un tanto desagradable.
La tarde la puedo resumir como una tarde llena de curiosidad por aprender y llena de risas con el proceso de cocina.

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